04 junio 2013

Kota Bharu, viajar, viajar, viajar...

Kota Bharu. Tenía la duda sobre si escribir algo sobre este lugar. La "lógica" viajera me decía "Bah, ¿para qué?, total, no hay nada de interés. ¿Que vas a contar de esta ciudad perdida en un rincón de Malasia? Poca cosa la verdad...

Todo esto me dio que pensar. ¿Qué es lo que es interesante en un viaje? Difícil pregunta cuando entramos en el campo de la subjetividad. Por un lado parece que viajar se parezca cada vez más a coleccionar.
Quien puede, cada año una o más veces colecciona viajes y destinos, como si fueran cromos de futbol, sellos o monedas. 15 o 20 días de viaje relámpago a algún lugar soñado y vuelta a la vida de nuevo. Unas cuantas anécdotas, cientos o miles de fotos por revisar y a correr. Lugares más o menos exóticos, playas y montañas, cosmopolitas ciudades. Sitios donde hacer actividades excitantes, aventureras. Marcamos en un mapa 4, 5 o 6 puntos rojos, hacemos el recorrido y decimos:"ya está, lo hice, objetivo cumplido, ya conozco el país tal o cual. Tachado. A por otro!".
Se acaba nuestro viaje y regresamos a casa tan contentos, esperando la oportunidad de repetir la jugada en otro lugar, quizá al año siguiente, quizá antes.

Pero, ¿y el resto? ¿Qué pasa con lo que queda, con ese cacho de país tan enorme que no visitamos? ¿Qué ocurre con esas ciudades insulsas donde "no hay nada", donde todo es "normal", donde no existe "la aventura"? ¿Qué es no haber nada? ¿Qué es lo normal? Kota Bharu parecía uno de esos lugares. Un rincón perdido en el mapa por el que apenas ves extranjeros y los que ves, parecen tener un letrero en la cara pintado que dice: "¿cómo carajo vine a parar aquí? " Y otro en la espalda de "¿cómo carajo hago para salir de aquí?"

Kota Bharu es una ciudad de estas normales de un país turístico como Malasia, de esas que debe haber a cientos. Un lugar por el que normalmente no te dejarías caer, a no ser que estés de paso a Tailandia, o hayas llegado allí de rebote por un cumulo de despropósitos que mejor olvidar. Nuestro paso por allí fue eso, de paso. Desde un punto de vista turístico, no había nada. Y me pregunto: ¿Es que ha de haber algo? Y de ser así, ¿qué? ¿Cuántas Sagradas Familias, Guggenheims o Alhambras hacen falta para catalogar a un lugar como "aprovechable", "visitable", "imposible perdérselo", etc.? Fue allí donde me volvieron a rondar preguntas por la cabeza del estilo ¿Qué significa viajar? ¿Qué es lo que busco en un viaje? ¿Dónde está o cómo llego a ese punto en el que de repente identifico que esto que me ha pasado se ha convertido en esa experiencia religiosa, casi mística que me hará recordar ese momento por los siglos?, o por el contrario, ese terrible lugar del que no sé cómo escapar nada más poner el pie en él…

¿Si el lugar no es especialmente interesante desde un punto de vista turístico, merecerá la pena visitarlo? ¿Es que acaso solo buscamos aventura, experiencias excitantes o lugares míticos para que aquellos merezcan el hecho de recibir nuestra presencia?

Y al final, si sólo importa el presente, el ahora, ¿de qué sirve tanto viaje? ¿Sólo por acumular cientos de experiencias, ya pasadas y miles de fotos creando polvo en algún rincón de nuestro hard disk físico, mental o emocional?

Muchas, quizá demasiadas preguntas y pocas, esta vez, muy pocas respuestas...

Sea como sea, el viaje sigue motivándonos para seguir en movimiento, y sigue existiendo ese impulso, ese espíritu de continuar explorando.

Aunque sigamos, a veces por fortuna, otras por desgracia, sin saber muy bien el por qué...

2 comentarios:

  1. Kota Bharu, esa ciudad donde estuve 4 días sin hacer nada esperando a que pasara un fin de semana y un día festivo por el cumpleaños del rey o no sé qué leches... y todo esperando para poder tramitar el visado para Thailandia en el consulado thailandés... y luego espera otro día... al menos tenía un mercadito curioso de ver y algún que otro restaurante local de comida rica.
    Y suerte que allí estuve unos días con Scott, un americano, y Elise, una australiana...
    Pero sí, poco que hacer, ver o esperar ahí...

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  2. El rey!, aqui en Tailandia se para el mundo cuando cumple anyos el rey, supongo que sería eso lo que te paso... Bueno, a veces estas experiencias raras de un viaje luego se acaban recordando con carinyo verdad

    Un abrazo

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