Aquí estoy de nuevo.
En una esquinita del mundo a la que tenía muchas ganas de volver. Después de
muchos meses de recuerdos, de anhelos, de ilusiones pospuestas y de sueños
pendientes, retorno al Sudeste Asiático después de nuestra "campaña"
2010-11!
Escribo este post
desde Kuala Lumpur, capital de Malasia. Hoy hace justo dos semanas que llegué
aquí. Durante este tiempo he tenido y sentido todo tipo de sensaciones; muchos
pensamientos y deseos de escribir lo que me iba pasando por la cabeza, pero el
cansancio físico por un lado, el agotamiento de calor por otro, el ritmo
frenético de las ciudades de esta parte del mundo y un sopor y somnolencia
mental bastante agudos, me han impedido finalmente ponerme hasta hoy mismo. Escribía pequeños bocetos, imaginaba relatos
mentales por las noches, “¿Cuál será mi primer post?” pensaba los primeros días
en KL, adormilado entre pastillas de melatonina para capear el Jet Lag (gracias
Manelín!) y congelado o axfisiado a partes iguales en función de si el Air-Con estaba
en ON u OFF. “¿Sobre qué será lo primero que escribiré?” intentaba decidir mientras me despertaban inmisericordes los
ronquidos de nuestros amigos los indios en un hostel barato y guarrindongo de Singapur.
“¿Se me habrá ido la inspiración?” meditaba mientras el insomnio me torturaba
en alguna noche fiestera de un café nocturno martilleando en la parte trasera
de nuestro hotel, en la coqueta y colorida ciudad colonial de Malacca.