Parece mentira, pero poco a poco he llegado a un número mágico: 20.000 visitas. Hace dos años, cuando abrí este Blog, me parecía algo inalcanzable. De hecho, hasta no hace más de unos meses, estos números parecían ciencia ficción para un modestito Blog como este. Pero mira, a pesar de que últimamente no pude mimarlo ni hacerle el caso que hubiera querido, poco a poco he vuelto a recuperarme. Lo mejor de todo es que la tendencia vuelve a ser al alza. Llegué a tener cerca de 2.000 visitas mensuales a final del 2011 para bajar a casi 1.000 en estos últimos meses en los que menos pude escribir. Últimamente recuperé un poco y voy por las 1.300-1.400 al mes, unas 45 diarias de media. Para mí está muy bien.
De todas formas, aunque me haga sentir orgulloso las visitas y sea algo que me guste, la verdad es que esto siempre es secundario. Un Blog es como una plantita, como una semilla. Hay que sembrar, regar, cuidar, hablar, hacer caso, mimar… A veces da pereza, puede que pasen unos días, puede que sientas el síndrome de la hoja (en este caso el post) en blanco del escritor, el vacío, las preguntas que a veces también aparecen: “¿De qué escribiré? ¿Alguien lo leerá? ¿Por qué? ¿Para qué?
Quizá no haga falta preguntar tanto ni tener razones para todo. Hay una respuesta que es muy fácil, que fluye, que es natural para todas estas dudas y preguntas. Porque sí, porque me apetece, porque me lo pide el alma, porque no tiene que haber ningún por qué ni para qué.
Más allá de números lo que a mí me importa es que después de dos años mi proyecto de Blog sigue vivo, con ilusión y ganas de seguir contando cosas y de que haya gente al otro lado para leerlas y disfrutarlas.
¡Seguimos viéndonos en Montañas de Viajes. Para viajar por las montañas, para amonto(ñ)ar viajes!
¡Gracias a todos!
PD: ¡Qué bonita esta foto en la que REXI mira contento hacia el rótulo con las 20.000! ¡Ni hecho a propósito!