09 julio 2010

Pequeño

Siempre he pensado en ese gran álbum de Bunbury llamado "Pequeño". Tanto la música como las letras siempre me inspiraron. A pesar de que haga más de 10 años que se publicó, no he dejado de darme cuenta de muchas cosas en este tiempo, como si éste, hubiera hecho hacerme comprender las sutilezas y esas pequeñas cosas, esos detalles, que cuando somos más jóvenes nos perdemos por la prisa con la que queremos hacerlo todo.
Uno de esos detalles "ocultos" lo he ido descubriendo en la letra que da título al disco, Pequeño, cuando dice "...de pequeño me enseñaron a querer ser mayor, y de mayor voy a aprender a ser pequeño...". Seguro que las primeras veces que lo escuché, debió parecerme un contrasentido, una frase ocurrente y rimbombante de su autor, de esas a las que nos acostumbraba con los Héroes...Pasado el tiempo, la frase fue cobrando sentido... A lo largo de los años, he visto como durante toda mi vida me empeñé en hacerlo todo deprisa, llegar rápido a las metas que tu entorno y tu mismo por ósmosis, te vas poniendo (y auto-obligando). Crecer deprisa, experimentar mucho, comenzar cosas y terminarlas lo más rápido posible. Carreras universitarias, masters, idiomas, trabajos fijos y bien pagados, encontrar pareja, casarse, tener propiedades (piso, coche, vacaciones cada verano y escapaditas de puentes, fines de semana...), hijos... De pronto un día te levantas y tienes 35 años, con todo ese "curriculum" a tus espaldas y te dices...Y ahora..., ¿qué hago? ¿Qué quiero ser? ahora que ya soy "mayor"... Entras como en una especie de "estatus" en que te parece (luego te das cuenta de que erróneamente) que ya lo has hecho todo, ya has cumplido tus metas, y con más de media vida por delante, parece que ya no queda nada nuevo que hacer más que repetir mecánicamente lo ya aprendido...y ahí viene la crisis...Por eso es tan popular ese término anglosajón  del "Mid Life Crisis" (ellos ya sabemos que tienen siempre palabras para definirlo todo), ese llegar a los 35-40 años y estar de "vuelta de tó", ya no crees en nada, ni en nadie y desconfías de todo aquel que te dice que no, que aún quedan cosas por hacer, que aún se puede cambiar el mundo...- Qué iluso, piensas....- Ya te tocará a ti, y esbozas una sonrisa entre cínica y maliciosa, sabedor de que tu ya has pasado por ahí...
Pues no, me quiero rebelar, y como dice la canción, ahora que ya soy mayor, quiero aprender a ser pequeño, a ilusionarme de nuevo, a tener metas, pero disfrutando también del camino hacia ellas, a emocionarme de nuevo con las cosas, a pensar no que ya he vivido media vida, sino que aún me queda más de la otra mitad por delante, y que, aunque suene a ya dicho, lo mejor, siempre, siempre está por llegar. Y por si acaso, para que "cuando cometa otra vez el mismo error, quizá no me lo tengas tan en cuenta"

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