02 agosto 2011

Día 8: "Ice Lake. Una aclimatación por la vía rápida" (23.10.2010)

Ice Lake, a 4600m
Ya estamos en Manang.  Tantos días oyendo hablar de este lugar como primera referencia importante del circuito y por fin hemos llegado. Estamos a 3500m y este pueblo, capital de toda la comarca, es la base donde la gente reposa antes de atacar el paso de Thorong La. Lo que recomiendan es parar aquí no solo la noche de llegada, sino quedarse un día más y realizar una excursión por los alrededores para conseguir una mejor aclimatación.



 
Hay varias opciones. Unas son más sencillas, como por ejemplo subir a una cercana pagoda, visitar a los monjes, recibir su bendición y hacer la correspondiente donación; otra un poco más exigente consiste en una caminata intermedia hasta los pies del glaciar del Gangapurna, una buena opción con un desnivel y una duración más que aceptables. Y luego está la más dura de todas, la reservada a los "valientes"  (mas bien podría decirse a los un pelín descerebrados); se trata de subir hasta el "Ice Lake", con un desnivel en ascenso de 1100m (después bajarlo claro) y unas 8h de camino ida y vuelta.  Tras todo el día de ayer dudando cual de las 3 opciones escoger, hace falta a estas alturas, después de tanto tiempo, decir cuál de las tres fue la finalmente elegida? Pues sí, la de los descerebrados... Vaya paliza!, y bien que pagamos después las consecuencias... Aunque todo lo que vimos compenso los posteriores dolores de cabeza y la fatiga acumulada.

Sale el Sol!
Comenzamos pronto, a eso de las 7,30 de la mañana y ya vimos que el tiempo, por fin, había cambiado. El día estaba despejado y por primera vez en una semana, pudimos ver el Sol y el grandioso escenario que se había escondido detrás de las nubes durante esos primeros días. 

Para ir hacia el Ice Lake, desandamos una media hora del camino que nos trajo hasta Manang, para ir al pueblo de Brakha, desde donde sale la ruta. Volvimos a ver las bakeries, con sus rústicos surtidos de croissants y cinamon o chocolate rolls. Gran sorpresa la de ayer al llegar aquí y comprobar que hay vida también en estos lares más allá del dal bhat y del chowmein.

Glaciar del Gangapurna, tampoco hubiera estado mal
El camino es de tierra, bien marcado y cómodo de andar, si no fuera porque las cuestas son bastante empinadas ya que el desnivel a superar es importante. Además, hay que añadir el factor altitud. Poco a poco van cayendo cotas: primero 3800, luego  4000, 4200, 4300, 4400 y así, lentamente, hasta ir acercándonos a los 4600m, supuestamente la altura a la que se encuentra el lago. Supuestamente digo porque en Nepal el tema de las altitudes, mapas, rutas y demás no está muy claro y a veces  depende bastante de quien lo diga y en donde este escrito. Así, te puedes encontrar un mapa que marca que el pueblo X esta a 2500m y luego resulta que esta a 2200m, o a 2800 o al revés. Eso por no hablar de las alturas de los picos, otro tema interesante en el que no hay dos mapas diferentes en donde la altura sea la misma...

Pueblo de Brakha
Los zig zag no perdonan...
Con este cuadro detras, todo es mas llevadero...
Mientras tanto, el lago ya tarda en aparecer, escondido no se sabe dónde. Y lo malo es que vamos todo el rato pensando en que aparecerá a la siguiente revuelta, al próximo recodo y nada, agua, lo cual añade un poquito de frustración a nuestro caminar, aunque tampoco mucha, todo hay que decirlo. El dolor de cabeza que nos trae el mal de altura y un fuerte y helado viento tampoco contribuyen a la causa. Así que poco a poco, parando a ratos, descansando aquí y allá y también avanzando un poco, claro, al final del final de la última de las últimas curvas, por fin, divisamos la forma de la cuenca en la que ha de estar el laguito de marras... Y allí que llegamos. Con tanto viento y frio que hace tampoco podemos disfrutar mucho del mismo. La verdad es que el lago en sí no es que sea espectacular (sobre todo viendo lo que nos espera en Tilicho al cabo de unos días) pero las vistas y el camino es lo que más apreciamos del día. Casi más que el destino, como muchas veces en la vida, tan importante el objetivo, como el camino para conseguirlo.

Tilicho Peak, 2000m de pared vertical
Comemos en el lago y allí nos encontramos de nuevo con la rusa, el ingles y el irlandés con los que hemos ido coincidiendo estos últimos días. Al de una hora decidimos emprender la vuelta. Esta resulta un poco complicada y tenemos que ir parando cada poco tiempo ya que como la bajada es tan rápida al haber tanto desnivel, nos vuelve a asaltar el dolor de cabeza debido ahora al efecto contrario: la perdida de altitud en tan poco tiempo y el total acumulado ya en todo el día.

Que pequeños somos ante tanta grandeza!
Llegamos al lodge y nos quedamos fritos, hasta el punto que tienen que venir a avisarnos, a eso de las 7pm, que la "cena esta lista". Volvemos compartir mesa con Sophie y Vincenc con quienes pasamos una agradable noche si bien aun andamos un poco aturdidos y con un dolor de cabeza "remanente" que nos va a durar hasta bien entrado el día siguiente.

Finalmente hemos conseguido nuestro objetivo de aclimatarnos, un poco a lo loco y con algún que otro efecto colateral. Cosas que tiene eso del descerebramiento”…

Texto: ©Iñaki Barettini
Fotos: ©Iñaki Barettini (inakibarettini@hotmail.com) y ©Elena Castillo (elenafcp@hotmail.com)

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