Dicen
que lo más difícil de un viaje es dar el primer paso. Estoy de acuerdo, aunque
añadiría que igual de difícil o a veces más, es después de haberte lanzado,
decidido y comenzado, volverlo a hacer el segundo día, sobre todo si estás
magullado, cansado, te duelen hasta las pestañas y cuando te vuelves a poner
los 14 kg de mochila encima quisieras que se te tragara la tierra. Es en esos
momentos cuando piensas que estaría bien tener cerquita un botón de aquellos de
las máquinas de marcianos de cuando éramos pequeños que ponía
"Hiperespacio". Cuando los malos te tenían rodeado y todo parecía ya
perdido, pulsabas aquel botoncillo y ¡zas!, saltabas de un plumazo a cualquier
otra pantalla donde desaparecían las naves enemigas. Ya no había nada, todo era
calma y sosiego, vacío espacio interestelar en el que por no haber allí no
estaba ni un miserable bosón de Higgs…
Bueno,
el caso es que eso es siempre lo que me pasa el día 2 de cualquier ruta
montañera. Me esperaba hoy además una (otra) de las etapas duras del camino;
bajar hasta el fondo del valle de Boí y pasar al otro lado para ir hacia el de
Barravés, ya en la frontera entre Catalunya y Aragón. Pero para eso antes había
de salvar el puerto de Gelada, un puerto histórico de trashumancia y paso entre
valles vecinos. Salvar este escollo resultó más complicado de lo que ya
presuponía que iba a ser, que no era poco.
Por
la mañana salí de Taüll temprano. Atravesando caminos, campos de cultivo y
pastos bajé más o menos en una hora a Erill la Vall. Antes había pasado por Boí
y su magnífica iglesia románica, igual que la de Erill, imponente también
aunque el camión del frutero me fastidiara la foto perfecta aparcando justo
delante y siendo imposible que no se le viera prácticamente desde ningún ángulo…
Habrá que volver.
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Camino de Boí |
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Iglesia románica de Boí |
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Lo que yo pensaba que era el Port de Gelada... |
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Caminos de la Ribagorça |
Después
de un café en Erill empecé con la faena dura del día. Subir lo que yo pensaba
que era el puerto de Gelada, un extenso collado que se ve justo por encima y domina
todo Erill desde las alturas, pero que al final resulto que eso que yo pensaba
no era el puerto, sino el collado del Basco. Ya ves, un vasco transitando por
el Basco sin saberlo y resoplando como un burro. Porque la subida fue dura, exigente,
empinada, Preciosa, porque es un paisaje muy alpino, con bordas, prados, muy
bucólico. La dificultad vino porque a veces iba perdiendo las estacas amarillas
que marcaban el camino y al final tuve muchas veces que subir campo a través,
por caminos herbosos por los que tanto cuesta coger un ritmo, parando y mirando
hacia atrás, viendo cómo cada vez iba ganando más y más altura, pero por otro lado
haciéndose la subida cada vez más interminable, nunca llegando al final,
siempre quedando un poco más cuando ya parecía que detrás de la siguiente loma
vendría el final.
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Bonita casa en Erill la Vall |
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y bonita iglesia románica |
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Port de Gelada, 3h30', si si... |
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Paisaje bucólico en las Bordas del Basco |
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Muy pirenaico... |
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El camino que aparece |
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desaparece... |
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Vuelve de nuevo |
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desde arriba la vista del Valle de Boí es única |
Cuando
por fin llegue arriba y pude asomarme la sorpresa que me esperaba era mayúscula.
Lo que yo pensaba era el puerto y que vería tranquilamente el pueblo de Senet
desde arriba, resulto ser el collado del famoso vasco aquel de marras, y el
puerto quedaba al otro lado de la U del valle, lejos, muy lejos… Además, busqué
y busqué el camino que debía llevarme hasta él por el lado derecho de la loma,
pero solo veía caminos que de repente se perdían y poco claros. Así que con la
experiencia de ya haber caminado por terreno de hierba toda la hora anterior, decidí
bajarme unos 300m de desnivel campo a través, así “a lo bruto”, para perder
altura lo más rápidamente posible, llegar hasta el fondo del valle y coger una
pista muy marcada que según el mapa era el antiguo camino de Barruera a Senet.
Esta maniobra me ocupó lo menos dos horas, sino más, pero sobre todo me dejó baldado,
ya que me pilló en una hora central del día, entre la 1 y 3 de la tarde, cuando
más pegaba el Sol y con el golpe psicológico que supone a los que andamos por
la montaña el tener que bajar a regañadientes lo que sabes que luego has de
volver a subir sólo porque no has encontrado el maldito camino.
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Primero busca un lugar por donde cruzar la valla del diablo... |
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después empieza a remontar la cresta para no encontrar el camino... |
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Aquí parece que hay pero falsa alarma |
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Así que no me quedaba otra que bajar y pillar aquella pista del fondo... |
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Bajar para luego subir, un sinsentido en el nieztseniano mundo del montañero |
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Un Puerto que nunca llega... |
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y unas vacas que me confunden con quien no soy... |
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Arriba por fin me espera la visión del macizo de la Maladeta con el Aneto a la cabeza |
Así
que con más dos horas de retraso y la lengua fuera llegue por fin al Port de
Gelada. A esas horas ya ni el coche escoba me esperaba, solo un rebaño de vacas
que iban remontando el puerto a la vez que yo y me mugían algunas como locas al
verme subir y comprobar que no me dirigía hacia ellas. En algún momento pensé si
no me confundirían con el pastor y por eso me llamaban, o me seguían, o las dos
cosas a la vez. Incluso una vez llegado al puerto, derretido y derrotado, ni me
dejaron sentarme las muy pesadas. Allí donde dejaba mi mochila, allí que venían
y se ponían a merodear y a mugirme “mmmmmmuuuuuuuuuuu,
mmmuuuuuuuuuuuuu”. Me cambiaba de sitio, con lo que esto conllevaba para mi
maltrecho estado y lo mismo: “mmmmmmmmmuuuuuuuuu”.
Joder que malo es esto de ir por el mundo sin idiomas me decía. No sé si es
se pensaban que sería el pastor que iba con retraso y me estarían diciendo “oye joder, venga, vamos ya, vaya tarde que
vas hoy nooo?” o igual se pensaban que les estaba invadiendo su terreno y
les iba a estropear las hierba, no veas como protegían los preciados pastos que
hay en esta zona. Al final como no pude descansar al gusto, me marche al de
poco tiempo pegándolas algún grito que otro. Debía estar yo ya un poco tarado
en aquel momento, ya que ahora pensándolo me viene la imagen y me hace gracia.
Esto de acabar mandando al carajo a un rebaño de unas 50 vacas en medio de la
montaña es para reírse la verdad, pero es que joder, ya ni las vacas le dejan a
uno estar a sus anchas en el monte!
Serían
las vacas, sería el cansancio, el caso es que no vi el camino viejo para bajar dirección
Senet directamente y me metí en una pista en la que cada brazo del zig-zag era
de un kilómetro por lo menos sin exagerar. Así que me tiré como una hora sin
apenas bajar desnivel y viendo como los caminejos que salían cortando la pista
eran demasiado empinados en ese momento para mi estado catatónico.
Ya
vi que no iba a poder llegar a Senet, y mucho menos a Conangles, donde pensaba que
quizá podría llegar, aun siendo la etapa larguísima, ya que ahora los días son
largos. Pues nada, en un llanito precioso me encontré con la cabaña de
Artigalonga, un lugar idílico en medio de la nada donde hay una cabaña donde
refugiarte, aunque a mí dormir en pleno suelo de piedra directamente no me va
mucho. Así que planté la tienda, localicé una pequeño torrente con agua de
dudosa calidad (no estaba para muchas exigencias) y me dispuse a pasar una
noche al raso, otra más para matar mis fantasmas solitarios de ruidos al
atardecer, vientos que aúllan demasiado y cuentos de osos hambrientos que salen
al encuentro de humanos despistados.
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Las vacas que no me dejan ni tomarme un respiro |
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La vista espectacular: Carretera del Val d'Aran,
túnel de Vielha al fondo, presa de Senet y macizo de Mulleres |
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Aquí que me quedo a pasar la noche |
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No está mal el lugar |
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Y montar mi chiringuito en plena Naturaleza |
Por
hoy ya era suficiente y comenzar con un 2 de 2 (2 etapones los dos primeros días)
significaba demasiada efectividad en mi particular ranking de masoquista.
Resumen y
datos técnicos
Recorrido: Taüll-Boí-Erill la Vall-Collada del Basco-Port
Gelada-Cabaña de Artigalonga
Distancia: 15km
Desnivel ++ 1.130m (700 hasta el Basco+430 hasta
Gelada)
Desnivel -- 1.009m (-294 hasta Erill; -370 a la Cabana
de la Llastra; - 345 hasta Artigalonga)
Acumulado en ascenso: 2.330m
Acumulado
en descenso: 2.093m
Acumulado total: 4.423m
Dificultad:
Media-Alta, sobre todo por la subida a Gelada y camino poco claro
Dormir: en Artigalonga
hay una cabaña de pastores. Se puede acampar.
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