Por fin, después de tanto tiempo, podré tachar ese post de la lista de
pendientes que me ha venido persiguiendo en los últimos ¡9 MESES! Después de
este tiempo, por fin doy a luz a esta entrada largamente esperada,
inmerecidamente postergada, con unas fotos de paisaje de cuento, en pleno
otoño, el día de todos los Santos del 2011, 9 meses y 5 días después. Por fin
mi hermano Txema respirará tranquilo al poder ver las fotos y también al verse retratado, aunque diga que no le
guste salir en fotos, cuando amablemente se puso a explicar sobre plano la ruta
que habíamos seguido.
Y eso que el día comenzó tonto. Eran las 6 de la mañana y en el salón de su
casa ahí que estábamos decidiendo si ir o no ir, él con la radio, que si dan
lluvias, que si el tiempo está muy mal, que mira que Espinosa está lejos de Bilbao, que quizá
vamos y nos tenemos que dar media vuelta. Pero nada, yo soy aún más cabezón que
tú y no me daba la gana de perderme el paisaje que sabía que veríamos, aunque
las pasáramos un poco canutas por la niebla en algunos momentos. Así que
cogimos el coche los tres y allí que nos plantamos.
Castro Valnera queda un poco más arriba de Espinosa de los Monteros,
provincia de Burgos, en la comarca de las Merindades, una zona de la Cordillera
Cantábrica con clima frío y lluvioso en invierno (y nevado), y fresquito en
verano, notándose la proximidad del Cantábrico. El otoño es sin duda la mejor
época para visitar esta zona y disfrutar de una naturaleza viva de colores, de
todas las tonalidades de marrones y verdes imaginables, de bosques encantados, de roca caliza y riachuelos perdiéndose
entre los subsuelos...
Así que nosotros hasta allí que nos fuimos, disfrutamos de un día genial que
al principio parecía que iba a estropearse por la lluvia, conocimos Espinosa,
un pueblito típico castellano, hicimos la ruta, subimos un pico, comimos en un restaurante también típico y terminamos el día aprendiendo la diferencia que
existe entre una hogaza y una torta de pan, ¿verdad? Y es que aunque suene a
topicazo, suele ser cierto eso de que nunca te irás a dormir sin saber una cosa más...
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Un paisaje de cuento |
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El Sr. Evo Morales vino a visitarnos |
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Comienza la ruta |
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No me canso de sacarle fotos a la casita... |
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Alguna nube sigue por ahí amenazando... |
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Y entramos en el bosque encantado |
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Poco a poco vamos llegando al colladito |
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Y al salir el Sol se despliegan todos los colores |
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Ya en el collado |
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Comenzamos a subir |
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Ganando altura |
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Poc a poc |
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La niebla va y viene, viene y va |
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Paisajes de vértigo |
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El Castro al que hemos de subir |
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Pero ojito a las "grietas" |
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Coronamos cima |
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Y como la niebla y el viento amenzan... |
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... bajamos escopeteados |
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Sintiendo el vértigo en alguna crestita |
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y volvemos de nuevo "a la carretera" |
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Nos preguntamos por donde habremos venido |
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Oiga ¿Ud. sabe por donde se va aquí al monteee eseee? |
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Puees, a veeer, creo que va a ser por aquí... |
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Ay no, por aquí no, por allá..! |
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O será al reves?? Ay ay ay... |
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Acabamos dando de comer a los burros |
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Unas galletitas, no veas los burros, con galletitas y todo! |
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Qué bien ehhh? |
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