24 octubre 2012

Follow Me

¿Un anuncio de un curso de ingles? Pues no. Algo muy diferente.

Estos dias ando correteando por la montaña. Alguno pensará "¿qué hay de nuevo en ello viejo?". Bueno, siempre hay algo nuevo, es la salsa de la vida. Correteo en soledad. Con el tiempo ya me he acostumbrado, es parte del oficio. A veces me pongo musica con mi ipod mientras camino. Me concentra si estoy subiendo o sufriendo; me relaja cuando estoy tenso. Disfruto cuando el camino se suaviza y entonces me puedo concentrar en lo que escucho. En mi caminar tengo tiempo para muchas cosas, muchos pensamientos. En estos hace unos dias descubri "Follow Me", un tema del ultimo album de Muse, The Second Law. Y me pasó como siempre me pasa con ellos. Primero ni me fijé, pasó imperceptible por mis oidos y continué como si nada. Otra canción más. Al cabo de unas cuantas veces se me quedó la melodía. Unas 3 veces bastaron para que las caprichosas elecciones del shuffle me hicieran despertar. Volví para atrás, la puse de nuevo y algo se activó dentro de mi. De repente esa melodia incierta tuvo forma y memoria, dejó de ser una mas de las 4000 canciones del aparato y poco a poco tomó forma en mi cerebro. Una descarga de energia positiva y adrenalina se apoderaba de mi interior a medida que el tema avanzaba. La voz sube dos escalas, batería y el bajo comienzan a bombear estruendosamente pero las guitarras rasguean armoniosas, como queriendo destacar dulcemente por encima de un fondo contundente y machacón. Es Muse de nuevo, con todo su eclecticismo, con toda esa magia combinada como sólo ellos saben, con otro hit que creo será histórico, lleno de fuerza, energía, ritmo, tensión, pasión, dulzura y poesía, todo al mismo tiempo. Otra vez mas consiguen llevarme al límite; si estoy en la autopista, agarro el volumen y los bajos girándolos hasta que el switch ya no da más de sí y piso el acelerador desbocado sin pensar más; si es en la montaña despierto de mi letargo, me muevo, salto, grito y echo a correr. Energía y emoción para despertar, asomar la cabeza, gritar y decir "aquí estoy". Nada ni nadie pudo conmigo y ahora respiro vida, me siento fuerte, vivo, enérgico, duro e indestructible, pero a la vez tranquilo, sosegado, calmado y en paz...

Busca tu cadena de música, mp3, ordenador, lo que sea. Pon a Muse, sube a tope el volumen, cierra los ojos, dejate envolver por la voz de Matthew Bellamy, el poeta heavy de nuestro tiempo. ¡Muévete!, ¡Salta!, ¡Corre! ¡Vive! Si no vibras con esta música, si algo no te corre por dentro cuando escuches alguna de sus canciones, es muy posible que no lo hagas con nada!!



2 comentarios:

  1. Bueno, sigo al pie del cañon, aunque me cueste un poco más que antes. Todo son rachas

    Un abrazo amigo y besos para Gemma!

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