La pasada semana santa me puse el disfraz y me pasé unos días haciendo de turista por Bilbao.
Es curioso, sentí una extraña sensación. Ni turista, ni residente más o menos "permanente" y con una especie de "verguenza" o sensación de estar haciendo algo extraño cuando me paraba a echar alguna foto de estos nuevos edificios y paseos tan espectaculares que han convertido a Bilbao en una especie de NY europeo (toma ya!, no viviré aquí, pero sigo conservando intacta mi capacidad productiva de "super-bilbainadas")
Aquí dejo un reportaje de uno de mis (intuyo) últimos paseos por el Botxo. Admirando la nueva arquiectura, a la vez que recordando viejas calles y rincones de toda la vida. Ese aroma que se desprende de una ciudad que se reinventa cada día, pero que sigue conservando la magia de las cosas de siempre. En el fondo, que menos podria decirse de "la capital del mundo"
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La torrecita de Iberdrola se ve desde todo Bilbao y alrededores |
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Nuevos paseos |
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Nuevos edificios |
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Un viejo nuevo amigo |
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Biblioteca de la Universidad de Deusto |
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Bueno, la Salve siempre será la Salve |
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Pocas bilbainadas puede haber más grandes que el tranvía: Bueno, el metro... |
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San Nicolás |
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El Arriaga de siempre |
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Bidebarrieta. Imposible no pensar en la biblioteca. Al entrar en ella, me traslado 20 años atrás |
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¿Cuantos años llevan siendo las 9? |
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Camino de la c/Jardines. No puedo evitar comprar unas cestitas... |
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El autobús comunista |
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Santa María |
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Calles de toda la vida |
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La ria, sigue marronácea por mucho que digan... |
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y el tranvía ya se ha hecho dueño de la calle |
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Viejos edificios reformados |
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y el nuevo mercado de la Ribera |
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con sus rinconcitos "fashion" |
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La pérgola de siempre |
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y la torrecita de marras... |
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mires donde mires... |
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allá te la encuentas... |
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Euskalduna |
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