04 junio 2010

Argentina: I. Mi Soledad y Yo



Recientemente he vuelto de mi segundo viaje a Argentina. El primero lo hice hace 5 años, en el 2005 y volví emocionadísimo. Ahora, lo vivido esta segunda vez ha superado aún más todas mis expectativas, que ya eran grandes de por sí...!

No voy a hablar de los topicazos argentinos, que si el tango, que si Maradona, el mate, que si todos son psicoanalistas...., eso lo dejo para las Lonely Planet de turno. A mi me llaman más otras cosas, quizá no tan espectaculares, no tan llamativas o de portada, pero llenas de pasión y emoción. Los pequeños momentos, lo cotidiano, las relaciones humanas, esas pequeñas cosas intangibles y tan difíciles de explicar....Lo que convierte a un turista en viajero y al final, lo cambia para siempre...

La verdad es que la vida a veces sale por donde menos te lo esperas, tu planeas, crees, fijas fechas y lugares a visitar y después ocurren cosas (por suerte) que hacen que tu viaje adquiera tintes de aventura e improvisación, y ahí es donde se esconde la magia...

Cometí el recurrente error de tratar de planificar ciertas cosas previas a mi viaje. Estamos muy lejos y claro, uno nunca sabe si le va a dar tiempo a hacer esto o aquello y prefiere el hecho de atar ciertas cosas, no vaya a ser que luego no se pueda, o no haya lugar....así que programé fechas de vuelos, algún alojamiento, ciertas excursiones.... Así discurrió la primera parte de mi viaje (el mes y medio inicial aproximadamente). Visité lugares magníficos, míticos, con los cuales todo amante de la naturaleza y de los viajes ha soñado alguna vez en su vida. La Patagonia, los glaciares, la Tierra del Fuego, Torres del Paine... Hice cosas típicas como sentarse en una piedra a contemplar el reflejo del Fitz Roy en la laguna, navegar por el canal del Beagle, observar el faro de les Eclaireurs, que todo el mundo confunde con el del fin del mundo y no es..., exclamar "ooooooohhh" en la curva de los suspiros al aparecer por primera vez el Perito Moreno ante nuestros extasiados ojos, y otros muchos "highlights" o "to do's" que dicen todas las guías que no debes perderte... Pues bien, a pesar de todo eso, digo, en esa primera parte de mi viaje notaba que algo no iba bien, algo me faltaba...¿¿Cómo podía ser!!?? Estaba en la tierra soñada, en los lugares más bellos del mundo, sin prisa por primera vez en mi vida, pero...

A medida que iba consumiendo días, iba cumpliendo mis objetivos, como si de un trabajo se tratara... - Venga, qué es lo siguiente??, Esto ya está...!, a otra cosa...Y así, uno detrás de otro.... Por supuesto (obvio!) que me emocioné muchas veces al contemplar, al disfrutar, de este incomparable marco natural, pero era algo así como una diversión enlatada, originada y programada desde mi cómodo despacho, a golpe de correo electrónico y tarjeta VISA. Poco se dejó al azar... Todo iba saliendo redondo, y aún así... -¿¿Qué pasa Iñaki?? Estás aquí cumpliendo tus sueños, viviéndolos y ahora también te estás quejando??? Me repetía mi sub o in-consciente (nunca entendí la diferencia entre ambos...). Nunca estás contento con nada....! me castigaba...implacablemente...

Pese a todo también conocí buena gente, europeos la mayoría, con algunos me divertí... Recuerdo a un holandés lleno de prisa que me tope un día en Torres. Iba con un mochilón de 30 kg, juntando etapas y corriendo como un loco. Me cazó en Serón, venía con la lengua fuera desde Laguna Amarga. Le dije, pero hombre, si vas tan rápido, vas a acabar antes..., ¿¿ qué sentido tiene entonces que lleves tanto peso?? Me miró con cara rara, como si le hubiera descubierto América y al de unos segundos dijo: - Tienes razón!! Todo en mi vida lo he hecho corriendo y no me dí cuenta de que ahora también estoy en una carrera, pero contra mí mismo...!!! Ese día se calmó un poco y me esperó, hizo noche conmigo en el lugar con más mosquitos de todo el planeta..., pero ésa, es otra historia... Al día siguiente su cerebro se reseteó y volvió a su posición normal..., se le olvidó todo y le perdí de vista, tenía prisa por terminar...

También una pareja de australianos muy simpáticos que llevaban muchos meses por Sudamérica, son majos estos australianos, aunque hablan un inglés que cuesta de entender...Les dí una buena charla de la historia reciente de España, estaban muy interesados porque no hacían más que preguntar.... (me imagino que no por quedar bien...). No tenían ni idea de que hacía sólo 35 años habíamos salido de una dictadura...que había durado 40 años!! De qué nos sorprendemos??, acaso sabemos nosotros algo de la historia de Australia...??? Por algo son nuestras antípodas... Venga!!! Si apenas conocemos nuestra historia, como para saber la de los demás...!
Otro australiano con el que estuve dos días en un refugio perdido en Tierra del Fuego, los dos sólos, tratando de que el fuego no se apagara, como dos locos sentados delante de la chimenea, los ojos vidriosos y perdidos en las llamas, hablando de libros de Chopra y de...Física Cuántica!!!. Los dos reíamos, diciendo que estábamos "watching TV"... - Ey guy, what's on TV tonight...?? nos decíamos...y nos recagábamos de la risa...!!

También encontré un grupo de españoles en El Calafate con los que me sentí muy a gusto (quizá por primera vez en mi vida fuera de España...). La verdad es que me sorprendió el hecho de que nada más conocernos ya nos fuimos a cenar por ahí, cosa harto difícil con la gente de aquí, tan cerraditos y a su rollo que van siempre que andan fuera. Y ni una discusión de política, de fútbol o de mujeres (increíble..., serían españoles de verdad o me tomaban el pelo??)

Bueno, todo cambió cuando llegué al Norte de Argentina. Mi viaje pasó de tener casi todo pre-programado a todo lo contrario. De hecho, el día que viajaba desde Ushuaia a Salta, no tenía alojamiento aún, y fue gracias a que nuestras queridas Aerolíneas sufrieron retraso (raro ehh?), y que en el aeropuerto de Ushuaia había wi-fi gratuito, que pude reservar en un hostel de Salta en último momento...cosas de la vida, casualidad-causalidad?

Salta fue el punto de inflexión del viaje. Conocí a gente genial en las excursiones que hice a las Quebradas, a Cafayate, a Cachi, a Purmamarca y Tilcara....Una chica de Bilbao que vivía en Bolivia y trabajaba con niños discapacitados, un Cordobés macanudo con el que me moría de la risa de cómo hablaba (y él conmigo claro de cómo hablaba yo...), dos encantadoras porteñas a las que a veces no entendía nada cuando se ponían a hablar entre ellas...Con todos disfruté, reí, salí de joda, bebimos mate, comimos humitas, a alguno le rompí las bolas..., con todos boludeé, tomamos, chupamos, fuimos de boliches....En este momento encontré el sentido a mi viaje, eso era lo que me había faltado hasta entonces..., el calor de la gente, la improvisación, esas pequeñas cosas que quedan en el recuerdo para siempre...Ya me daban igual los paisajes, tremendos por cierto, diría que hasta más espectaculares que la mismísima Patagonia. Las quebradas majestuosas, los infinitos colores, los contrastes, los inmensos salares, todo cobra una dimensión más en Argentina, hay algo sobrecogedor en cada paisaje, en lo pequeño que te hace sentir aquí la naturaleza, en lo insignificante que te das cuenta de ser ante tanta grandeza...Y en lo cercana y acogedora que es la gente, en cómo puedes hacer amigos con una facilidad de la que los europeos carecemos, en cómo te abren su casa, en cómo te hablan, en lo que dicen,...Siempre hay algo que me resulta cercano en los argentinos, no sé exactamente qué es, me resulta fácil hablar con ellos, que me escuchen con sincero interés, que hablen de cualquier tema que te puedas imaginar, que recién les conoces te inviten a un café,...eso es algo que poca gente más en el mundo tiene, y es algo impagable...Una vez leí un libro que hablaba de la nueva física, de la teoría de las supercuerdas, y decía que habitamos un universo multidimensional del cual sólo somos conscientes de 4 dimensiones, pero que hay más, hasta 10, o 12, ya no recuerdo, pero no las vemos...no somos capaces de sentirlas... Algún día pensé, que si existe algún lugar en el mundo donde puedan ser conscientes de más dimensiones a parte de esas escasas y tristes 4 que el resto de los comunes mortales sólo somos capaces de vivir, ése lugar es... sin duda...., Argentina...!

Volví a Buenos Aires, pasé unos días inolvidables allá, con un tiempo magnífico, recorrí los barrios más emblemáticos como Palermo, San Telmo, Boca, Recoleta, Mini Centro, Retiro. No hay nada como ver una ciudad a través de los ojos y en compañía de sus propios habitantes. Mis amigas porteñas me llevaron de paseo como dicen allá y la pasé re bien...Pude comprender y percibir tantas cosas que en mi anterior viaje me pasaron desapercibidas....! Allí decidí que mi viaje no podía finalizar así, tan pronto, ahora que era cuando comenzaba a disfrutar de verdad. Así que me lo pensé un poco - bastante y retrasé el vuelo de vuelta. Recuerdo esa extraña sensación de estar en un lugar en el mismo momento que se supone te tienes que haber ido, tu vuelo ha partido ya, y no tener ningún plan. Es un sentimiento raro, como de libertad y pérdida a la vez. Es como si tu turno hubiera pasado, pero eso no es necesariamente malo, sino que te abre el mundo. Ahora bien..., ¿a dónde? A veces no hay nada más confuso y peligroso que la libertad de no tener obligaciones..., pero tener a la vez todas las posibilidades..., que vértigo! ¿A dónde me dirigiría? Montevideo, Colonia, quizá Mar del Plata o primero Bolivia? La mente se vuelve loca a cada segundo con tantas opciones, tantos caminos, como si se juntaran todas las probabilidades de ser del universo, de que no tuviéramos que elegir, de que no fuéramos o sólo ondas o sólo partículas, materia o anti-materia..., sino todo a la vez...!

Comenzaba la segunda parte de mi viaje...

1 comentario:

  1. HEY!!! para cuando la segunda parte? Me he quedado intrigadísima. Además, lo mejor es que no te puedes imaginar cómo te entiendo... Ya hablaremos algún día tu y yo con unas cervezas..... Me encanta tu estado!!

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