12 junio 2010

SGAE

Me resulta curioso cuando me pongo a analizar este fenómeno de la SGAE. Para los (pocos) que no lo sepan, la Sociedad General de Autores y Editores. Y digo curioso, porque yo mismo estaba un poco, bueno, más bien bastante en contra de ellos, me caían así como gordos, pero como ya he dicho, haciendo una vista así rápida, por encima...

Si te pones a analizar un poco en detalle, te das cuenta de que esta gente no hace otra cosa que defender sus derechos, creo..., ¿A alguien quién le gusta que le pirateen su obra? Supongo que a nadie...Lo que pasa es que en nuestro caso, quizá no haya mucho que piratear, por eso es tan fácil hablar.... y hacer ruido claro... No sé si lo hacen bien o mal, seguro que son una banda de chupócteros del gobierno (¿quién no lo es?). Pero, ¿y los bancos?, ¿las aseguradoras? ¿los abogados? ¿No son ellos igual o más ladrones? ¿No trafican con nuestros datos de forma ilegal? ¿No los venden sin permiso a empresas que comercializan con información?....Es decir, que también piratean nuestras modestas creaciones intelectuales como importes de depósitos bancarios, números de teléfono, hábitos de consumo...y ahí, ahí no decimos nada....

Seguro que de todo hay, pero que alguien defienda la propiedad intelectual de su trabajo me parece lógico, justo diría.... ¿Hemos pensado alguna vez que pasaría si hubiera algún sistema por el cual nos piratearan nuestro trabajo, no sé, quizá alguien que se hiciera pasar por nosotros y, por ejemplo, mandara los emails a nuestros clientes, a mitad de precio o incluso gratis? Y claro, igual nuestro jefe entonces nos bajaba el sueldo, o nos despediría...
¿Por qué caemos entonces (yo también lo he hecho, antes de pararme a pensar un poco...) en la demagogia y decimos que "- Bah!, que se jodan, que ya ganan bastante!..., que no ganen tanto las productoras, o los distribuidores..., que se bajen el sueldo ellos...-Mira como viven, mira el lujo...., como han vivido hasta ahora a mi costa, ...pero se acabó!! ahora ya no le compro un CD más y me lo bajo con el BitTorrent..."
Imaginemos por un momento la siguiente situación. Lunes, 9 de la mañana, acabas de llegar a la oficina después de una noche de sueño en la que pensabas que eras libre por fin, que ya no tenías que trabajar nunca más, que eras millonario sentado en un palmeral de una paradisiaca playa en el Caribe, recoges ese asqueroso café de la máquina, si, si, ese que dices desde hace 5 años que no vas a beber más en tu vida, y viene tu jefe, te da los buenos días con un gruñido y cara de perro y te dice: - Oye Peláez, que mira, que este fin de semana he estado pensando en que....verás, en resumen, que ganas mucho dinero, que eres muy caro para la empresa. Que los costes de marketing, ventas, distribución de todo lo que vendes, pues es mucho. Así que se nos ha ocurrido que vamos a reducir un poco toda esa parafernalia y le vamos a sacar la cajita esa tan mona, el envoltorio, la publicidad, las comisiones de los puntos de venta y todas esas chorradas, para que así, no salga tan caro y nos compren más.... Y hemos pensando que también te haces tu los anuncios, te traes unos papeles de periódico de casa y lo envuelves, y ya de paso, te vas a las tiendas y lo vendes directamente. Así reduciremos los cotes y como saldrá más barato pues tienes que vender más para seguir haciendo el presupuesto y todo eso claro, bajándote el sueldo, mmm digamos un 50...%, ¿qué te parece...?

¿Qué pensaríamos si a algún médico, científico le piratearan el trabajo? ¿No pensaríamos que es un delito? ¿O que robaran unos planos de un edificio a un arquitecto? Y entonces, ¿por qué con la música, el cine, lo hacemos? Es que es muy caro, decimos...Venga!! ¿No es caro el cubata a 15 euracos que nos meten el sábado por la noche en el garito de turno? ¿Y cuántos nos tomamos?

No sé por qué tengo la sensación que esa doble vara de medir tiene un poco que ver con el pecado capital español más típico; si, la envidia, que rechaza siempre y da la espalda toda manifestación artística precisamente porque no la entiende o porque no es capaz de hacerla uno mismo...

¿Cuántos CD's comprábamos (por que hoy ni dios compra ya nada, algún colgao por ahí que se compra uno de Mocedades ...) antes al mes? Uno, dos como mucho? ¿Y todos los meses? Ni en coña..! Entonces? ¿Por qué le hemos cogido manía a comprar música? Hace cuánto que no sentimos ese placer de oler un compacto nuevo, con su plastiquito y su cintita, cuando la desenrroscas, con impaciencia y salía el plástico rompiéndose, y oler por primera vez el librito con las canciones y las letras, con ese olor a nuevo, a recién abierto. Y la emoción de poner el CD dentro del reproductor, e ir descubriendo cada nuevo tema (antes en la era del vinilo incluso era más emocionante, con los ruiditos entre corte y corte, y al final tenías que darle la vuelta al disco...oh dios! que gran pérdida...). Hoy eso se ha perdido, oímos y no escuchamos, no saboreamos, vamos perdidos por la calle, en el bus o en el metro, con los ojos perdidos a la vez que leemos y las canciones saltan aleatoriamente de una a otra en nuestro modernísimo aparato del Sr. Jobs, casi sin darnos cuenta...

Venga, recapacitemos un poco, compremos algo de música de vez en cuando, vayamos al cine, no pirateemos (no tanto al menos), Recuperemos esos pequeños placeres que nos estamos dejando arrebatar por esta sociedad de enlatada tecnología...

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