Doi Suthep & Doi Pui: "Beware of Leeches"

Chedi o Stupa sagrada conteniendo reliquias de Buda

Llevo una semana paranoico perdido mirándome las piernas. Cada vez que noto un roce, un ligero hormigueo o cosquilleo, me paro aterrado y empiezo a examinar cada milímetro de mis pantorrillas, tobillos y pies. ¿La razón? El pasado domingo, en la cima de Doi Pui, el monte más alto de Chiang Mai en la montaña de Doi Suthep, nos encontramos con la desagradable compañía de las....

ay! no quiero ni escribirlo, me da hasta pánico verlo escrito. Mejor lo pongo en ingles que no me da tanto miedo y el que tenga interés que lo busque... Leeches.! Si si, de repente me di cuenta de que algo me rozaba en la chancla, mire y allí estaba, alargándose, tratando de pegarse a mi pie! Dios! Creo que di un bote, no sabía lo que hacer. Me quite la chancla, trate de arrancarla y no había forma. El bicho empezaba a estirarse, dios, me entran escalofríos ahora solo de recordarlo! Salimos pitando de allí y en unos segundos ya teníamos un par mas subiéndonos por las piernas. Gritos, carreras, fuera!, fuera!, vete!!, en fin, una locura. Llegamos a la carretera y emprendimos vuelta casi corriendo hasta la moto. Mirando cada pocos segundos a la que notábamos algo. Además empezó a llover, peor aún, en este clima humedo y tropical, debe ser que salen a esa hora de la tarde (5.30-6) en busca de despistados como nosotros...

Pero cuantos Budas hay aqui??

Que colores!

Buda reclinado

En fin, que este episodio me ha hecho pasar una semanita curiosa y ahora me lo pienso bastante antes de internarme en una caminata por medio de la jungla… No quiero ni pensar la de veces que hemos estado en peligro todos estos meses en las islas cuando hemos hecho pequeños trekkings para ir de playa en playa, a waterfalls o a viewpoints…

Una forma inesperada de acabar el día, que por otro lado había sido bonito. Después de varias semanas haciendo realmente poco, decidimos que ya era hora de alquilar una moto y hacer la escapada dominguera de turno a la montaña de Doi Suthep, donde hay un templo budista espectacular, el más famoso de Chiang Mai y el más visitado tanto por locales como turistas. El entorno es precioso, en una montaña catalogada como parque natural. Una especie de lo que sería Collserola a Barcelona y el templo Doi Suthep al Tibidabo. Salvando las distancias claro, en ambos sentidos…

Chiang Mai desde Doi Suthep

Bailes regionales

Bendicion del monje. Que te pego lechee!

Es curioso comprobar cómo la religión marca el día a día de este gente. No hay momento en la semana en que no dediquen un rato a visitar un templo, posiblemente el más cercano a su casa, para rezar un poco, sumar meritos y hacer una ofrenda. Pero no cualquier cosa, no; algunas parecen autenticas cestas de navidad y ya vienen preparadas, principalmente con comida para los monjes. Así que cuando llega el fin de semana o las fiestas más señaladas, que mejor que ir a Doi Suthep a multiplicar la meritocracia y subir varios peldaños en el escalafón del dharma en una sola mañana. 

Una de las cosas más interesantes y chocantes fue comprobar cómo algún que otro monje echaba la bronca a aquellos que se postraban ante el Buda, pero no contribuían con billetes a la Donation Box. La meritocracia está bien, pero esta mejor aun si viene acompañada de un poco de billetaje…

Esto fue antes de todo...

Y como nunca tenemos suficiente, después de la visita al templo nos fuimos montaña más arriba aun, para llegar a una especie de Visitor Center con información del parque. Lo malo es que los dos hombres que estaban allí no sabían nada de ingles, y no supieron explicarnos que era aquel cartel que ponía “Beware of Leeches”. Nosotros intuíamos que algo bueno no podía ser, pero no recordábamos que eran exactamente “Leeches”. No nos imaginábamos que fuera aquello. Por desgracia, al de unos minutos, tuvimos la ocasión de comprobarlo. Brrrrrrrrr!

Huyendo despavorido...!!