29 diciembre 2012

Adéu al Pallars


En los últimos tiempos, la vida no para de llevarnos a cambios. Ahora, menos de un año después de nuestro aterrizaje en el Pallars, nos vemos de nuevo en la dinámica de hacer las maletas y marchar. Ni 11 meses hemos estado por aquí para comprobar, con pena, mucha pena, que de momento nuestra propuesta no tiene la suficiente "masa crítica" para poder ganarnos la vida. Son tiempos difíciles y ni la supervivencia está garantizada hoy en día. Así que con la mayor de las penas en nuestras almas y corazones partimos de nuevo, una vez más y van... diciendo quizás adiós, aunque quizá hasta pronto, al Pallars, una tierra poco conocida pero de extraordinaria belleza y con una humanidad y sencillez en sus gentes que hacía tiempo no encontraba en el mundo occidental.
La montaña une culturas y tierras, haciendo que existan en las gentes que la habitan unos valores, unos lugares comunes difíciles de explicar, pero muy fáciles de intuir y sentir para quienes amamos la naturaleza en estado puro, para los que sentimos la montaña más que como una forma de ganarnos la vida, como la vida misma, indisoluble, inseparable de nuestra personalidad.

Es por ello que en breve decimos adiós, un hasta pronto, un hasta que las cosas marchen mejor, hasta que esta maldita pero necesaria crisis que estamos padeciendo nos haga abrir de una vez los ojos y nos demos cuenta que hemos de volver a lo básico, a recuperar valores perdidos, a pasar esta vomitera, este empacho de despilfarro y de indecencia. Volver a nuestros orígenes, vivir con lo necesario, de forma simple pero digna, humilde pero auténtica. Quizá llegado ese momento volvamos a las montañas, al mundo rural, a una vida sostenible de verdad, no eso con lo que se llenan la boca los políticos, sino a lo primigenio, lo original.

Existen dificultades, pero nuestras esperanzas y anhelos siguen intactos, seguimos creyendo en la victoria final. El éxito es de los valientes y llega  para quienes creen, para quienes sienten y viven con pasión por lo que hacen. No es fácil avanzar por estas aguas turbulentas. Sigo sintiéndome en medio del océano y ya no veo la costa de la que partí ni a la que llegaré. Pero aun así creo que tengo la suerte de nadar en la dirección correcta, la que me marca mi corazón, aunque sea contracorriente. En esto no hay novedad. Como siempre.
 
"Follow your heart and intuition. They already know somehow, what you truly want to become. All the rest, is secondary". Steve Jobs

2 comentarios:

  1. No lo has podido expresar mejor. Me encanta esta entrada. Feliz 2013.

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  2. Eres todo un valiente mi amor! Y yo cada dia un poquito mas tambien gracias a ti y a la fuerza que me das para que siga mis instintos...

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